S/T. Instalación-Acción

El espiral

Exposición El Otro

Exposición El Otro

Exposición El Otro

Antecedentes históricos

Demetrio Stratos:
Demetrio Stratos fue un artista sonoro que investigó sobre el psicoanálisis entre el lenguaje hablado y la psique. Dio a conocer su investigación en muchos seminarios en la Universidad de Padua (Italia) como su propia y verdadera Pedagogía de la voz, en donde destacó el vínculo entre la lengua y la psique y puso en relieve la conexión entre ellos con los sonidos realizados por sus cuerdas vocales, consideradas un instrumento musical. Stratos produjo una sorprendente variedad y efectos de sonido utilizando solo su voz.
Hizo una importante conexión de la voz con el alma y el espíritu, algo que no quedó registrado solo en palabras, sino también en numerosos trabajos sonoros. Colaboró con uno de los principales artistas que dio comienzo al género del arte sonoro, John Cage.
Fue un importante aporte el comprender que mientras el ser humano crece, decrece su capacidad significante del sonido. Al aprender palabras para expresarnos y ordenarlas racionalmente, el cerebro pierde el amplio abarque que tiene del sonido, el cual fue primigenio en la existencia humana.

Meredith Monk:
Artista sonora que hace uso de la performance y de su asombroso don de voz para recrear espacios y situaciones distintas.
Nace en Perú y es, además de cantante, coreógrafa y cineasta. Usa y es pionera de lo que es llamado “técnica vocal extendida” y ha compuesto más de ochenta obras que combinan la voz, el cuerpo y la imagen.
La voz es la materia prima y la que imprime el movimiento y las acciones en sus obras. Con la inclusión de pocas palabras le da a su trabajo un significado contundente de lo que es el sonido: un existir en el momento preciso de la escucha, no antes ni después.

Patricia Piccinini:
«Alguna vez fue posible definir y diferenciar entre natural y artificial, simplemente reparando en lo que era orgánico y lo que era mecánico. Pero hoy en día, sin embargo, no resulta fácil. No me interesa la tecnología en sí, sino que la aplico en mi trabajo para reflexionar acerca de lo que supone ser un ser humano». Patricia Piccinini.
La artista australiana Patricia Piccinini, la cual representa en sus instalaciones, fotografías, videos, dibujos y esculturas; a la biomedicina, la genética, la ciencia, la tecnología y a la evolución misma del ser humano. Plantea en muchos de sus trabajos la capacidad de creación de nuevos seres, en primera instancia artificiales, pero que luego se convierten en realidad y convivencia.
La obra de la artista australiana Patricia Piccinini (1965) nos revela el temeroso abismo que ha cruzado y puede cruzar la tecnología, la biomedicina y la ciencia en general. Se trata de que la frontera entre lo natural y lo artificial ya no es definible para nosotros y de esta forma plantea dudas y preguntas en su trabajo, sin pretender hacer juicios morales.
La ingeniería genética y la ética juegan el papel principal en la obra de la artista, pues plantea cuestiones como qué tan artificiales son los humanos y como qué tan natural es la tecnología.
He estudiado en la propuesta de la artista una de las situaciones más próximas a nosotros: la evolución de la ciencia y la tecnología y sus consecuencias sociales a través de la propuesta de la artista. No solo se trata de una propuesta creativa, se trata del avance de la civilización a través de las tecnologías y también de la invención de nuevos organismos vivos a través de la manipulación genética. Estos organismos ya no son teorías, son seres que nacen, crecen, se desarrollan, se multiplican y mueren, si esto es así, qué tienen de artificiales esos seres. Patricia Piccinini los representa en convivencia directa con el hombre y además de ello los convierte en sensaciones y sentimientos, bien sea de lastima, miedo, compasión, duda e incluso de ternura bajo el increíble realismo de sus personajes.
Actualmente los viejos valores están siendo reemplazados y olvidados, para simplemente ser reemplazados por el valor de los nuevos medios, en el cual el perfeccionamiento del hombre viene dado artificialmente por su propia mano, por lo que él crea y destruye.
La obra plástica de Patricia Piccinini nos pone al tanto de una realidad que ya se esta dando, y nos deja ver entre líneas sus bondades y defectos, en donde los límites ya no existen ni serán un problema que resolver.

Mariko Mori:
Esta artista japonesa relaciona en su trabajo lo natural y lo tecnológico, lo tradicional y lo innovador, nos presenta realidades virtuales en las que el hombre se ve envuelto como espiritualidad y como un ente metafísico que determina el espacio circundante. En muchos de sus performances e instalaciones hace uso de lo sensitivo y perceptible, plantea la verídica conexión de los sentidos y utiliza la alta tecnología para hacernos sensibles ante ello. Todo esto en medio de imágenes sencillas, limpias y estéticas, que determinan tanto lo metafísico como lo físico mismo.
Lo espiritual y lo tecnológico como dualidad, visto como partes presentes en todos nosotros, es punto clave en el trabajo de Mariko Mori. Lo ilusorio hecho de realidades a través del hombre que proviene de la idea de la finitud del mismo.

Matthew Barney:
Artista Plástico y cineasta nacido en San Francisco en 1967, que brinda al espectador mundos llenos de simbolismo e imaginación en los que se recrean historias, rituales y mitologías que envuelven en el misterio a lo sexual y nos lo describe en medio de una estética cuidada y que gusta a los sentidos. Trabajó en una serie llamada Cremaster, que consistió en una obra de teatro de cinco partes que incluían películas, objetos y fotografías, en donde igualmente lo sexual esta presente y es un tema lleno de simbolismo, oscuridad y misticismo.
Particularmente, la estética que Matthew Barney utiliza en su trabajo es necesaria para la comprensión del mismo, pues la abundancia de símbolos y contenidos solo queda en nosotros bajo lo que ha sido visto y procesado por el ojo, sin obviar también que esta forma de presentar sus trabajos esta íntimamente ligada al contenido que representa, es decir, con la forma que tiene el artista de entender y mostrarnos lo sexual.

Antecedentes personales

Particularmente desde el principio de mis tiempos me encontré fascinada por lo sensorial, sobretodo por la imagen y el sonido, estímulos que aún ahora son capaces de remover lo que no se puede explicar.
El interés comienza a exteriorizarse a través del dibujo infantil (si puede llamarse así) y del contacto con la ciencia y sus efectos. Cosas tales como la propagación del sonido, los principios de la física y la electricidad, la luz y el color y los objetos del universo, fueron una visión básica y divertida enseñada para niños, que despertó un gran interés por conocer un poco más y expresar lo conocido.
Más tarde, proviniendo de una educación en humanidades, seguí desarrollando más seriamente el dibujo, intentando darle un sentido artístico y procurándome trabajar curricularmente en ello.
El interés por el dibujo no cesó hasta llevarme a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela, en la que me formé durante un año para descubrir que debía darle un sentido más artístico a lo que hacía y para descubrir también otras formas de representación.
Fue así como me acerqué a la Armando Reverón y me percaté de la existencia de múltiples formas de crear estímulos. La pintura, la escultura, la performance, la fotografía y los medios mixtos representaron para mí (en un comienzo) una gran duda en la elección, solo para al final descubrir que la interdisciplina existe en la mayoría de las cosas y que podía hacer uso de lo bidimensional, lo tridimensional y de lo sonoro en casi cualquiera de ellas.
No abandoné mi corta formación en arquitectura, pues en mis trabajos siempre estuvo presente la investigación y la inquietud por el espacio-tiempo de las cosas y del hombre a través de la instalación. Fue entonces cuando comenzó mi formación en la escultura. Una escultura interdisciplinaria que obviamente incluye lo visual, lo físico-tridimensional y lo sonoro-tridimensional, pues descubrí que el sonido también es conformador de espacio-tiempo en la medida en que es escuchado y transformado por la razón o por la no-razón (que es conocimiento por igual).
Comenzó una vez más la experimentación con la imagen y el sonido, y mediante instalaciones sonoras conformé espacios híbridos que tampoco abandonaron la figuración de mis dibujos. La figura humana no desaparece mientras tenga algo que crear u observar, para, de esa forma, transformar.
En el estudio del sonido he llegado a descubrir que algo tan simple, y ya olvidado en su significante, como la voz puede convertirse en instrumento, puede recrear espacios y hacer volar a la mente sin intervención de la razón a priori. Es un complemento esencial que describe mi trabajo artístico y que continúa en investigación.

Descriptores

Dualidades
Polaridades
Sonido
Tridimensionalidad
Espacio-Tiempo

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